CITROËN DS3 WRC – RALLY MONTECARLO ‘13 – 1º
Pese a las esporádicas participaciones de Citroën a finales de los ’60 y principios de los ’70, e incluso
a su amago de participar en grupo B con un BX, no fue sino hasta finales de los ’90 cuando Citroën
se planteó en serio el mundo de la competición en rallies.
EL DS3 fue la respuesta de Citroën a la nueva reglamentación de los nuevos WRC que entró en vigor en 2011.
Con un motor más pequeño, rebajado de 2.000 a 1.600 centímetros cúbicos, la única forma de poder
mantener la rapidez de los vehículos era limitando el tamaño de los mismos.
En esos primeros años en que la nueva reglamentación acababa de entrar en vigor, los vehículos, más pequeños,
resultaban claramente insípidos, sobre todo comparados con los espectaculares compactos (el Focus o
el propio Citroën C4) y berlinas (el Subaru Impreza hasta hacía 3 años) que habían competido hasta ese
momento. Así las cosas, el mundial de rallies había perdido interés para el gran público.
Citroën venía de ganar el título de marcas con su C4 los 4 años anteriores, con lo que la nueva reglamentación
traía consigo la incógnita de si sería capaz de revalidar título con un vehículo distinto y bajo una nueva
reglamentación. Loeb, todavía en su plenitud, se encargó de despejar la incógnita y todavía añadiría otros
2 títulos de marcas a su impresionante cuenta particular (2011 y 2012) y contribuiría decisivamente a los
hasta la fecha, 2 últimos títulos de marcas de Citroën.
En total, el pequeño Citroën participó en 67 pruebas mundialistas, donde acumuló 67 podios y 26 victorias,
16 en manos de Loeb.
2013 fue el año en que Loeb, ya medio retirado, tan sólo corrió 4 pruebas del mundial. También sería el primer
año en más de una década donde Citroën no ganó ningún título.
La miniatura
El fabricante es Spark.
Como siempre con Spark, sus modelos son de un alto nivel de detalle y exquisitamente acabados, lo que les
confiere la más alta calidad.
Faldones, ruedas, llantas, faros, pegatinas, asientos, la jaula de seguridad del piloto y hasta las tomas de aire
del capó delantero: todo se ajusta al milímetro a la realidad.
Hasta tal punto el nivel de realismo es elevado que, en los espejos retrovisores, Spark ha incluido correctamente
las pegatinas publicitarias de Citroën en el lado de Loeb, de Total en el lado de Elena.
El único “pero” que le pondría sería al espacio existente entre las ruedas y la carrocería, que quizá habría que
haber ajustado más ya que queda algo grosero, sobre todo sabiendo que el Montecarlo se corre en asfalto y
nieve, donde la altura de los vehículos es más baja. Esto se podría haber solucionado pintando de algún
color oscuro el interior del hueco de la carrocería donde se encajan las ruedas, o bien ensalzando con
detalle los amortiguadores y otros elementos de la suspensión.
Por lo demás, el colorido general del vehículo ayuda a realzar esta excelente miniatura.
FICHA DE MINIATURA
El Rally
El Montecarlo de 2013 fue, como siempre, la prueba inaugural del Campeonato del Mundo de Rallies.
Ese año, la resolución tanto del Monte como del Campeonato, estaba más abierta que nunca, pues ya se
sabía que Loeb no disputaría el año completo, al tener intención de retirarse del mundial. Por lo tanto, la
lucha por el título, tras la friolera de 9 victorias seguidas de Loeb, estaba más abierta que nunca.
También el Montecarlo, donde Citroën inscribió 3 coches para Loeb, Hirvonen (que el año anterior había fichado
por Citroën) y el español Dani Sordo, que volvía a Citroën tras 2 años de ausencia.
La lucha estaría pues,
entre los 3 Citroën, los Ford Fiesta (que habían ganado en 2010 si bien ese año el Montecarlo no contaba
para el mundial) y los nuevos Volkswagen Polo, que, desarrollados por Carlos Sáinz y con la incipiente estrella
francesa Sébastien Ogier a los mandos, terminarían ganándolo todo en el mundial ese mismo año y
los 3 siguientes.
De hecho, fue Ogier quien tuvo el honor de hacer el primer scratch de aquel Monte, lo que dejaba claro que
el Polo iba a ser muy competitivo.
Pero en la 2ª especial, Loeb marcó el scratch, arrebatando a Ogier un liderato que ya mantendría hasta el final,
pese al empuje de Ogier.
El rally fue un éxito para Citroën, ya que metió 4 vehículos entre los 5 primeros. Sólo Ogier, precisamente un
renegado de Citroën que había abandonado la marca el año anterior, se interpuso con su 2ª plaza en
el camino de los Citroën.
El Montecarlo del 2013 fue un Montecarlo a la antigua, con mucha nieve en los tramos y condiciones
muy complicadas; un rally disputado en pleno temporal de nieve que en ese momento azotaba los Alpes.
Hasta tal punto los tramos estaban en extremo complicados que fue el Montecarlo más lento desde 1987,
año en que los grupo A acababan de reemplazar a los recientemente abolidos grupo B: la velocidad media de
Loeb fue de 80 km/h; y en la primera pasada por el Turini (un archiconocido tramo), Brian Bouffier
(el ganador) ni siquiera llegó a 60 km de media.
CLASIFICACIÓN FINAL
La anécdota
Poco destacable. Una de las miniaturas de más reciente adquisición, del año 2015. En general, he sido
reticente a adquirir modelos del período 2010-2016 por la escasa enjundia de los modelos participantes,
fruto de una reglamentación quizá en exceso restrictiva. Sin embargo, los apéndices aerodinámicos
añadidos en muchos modelos a partir de 2017 han añadido vistosidad a los vehículos. Por lo que respecta a este Citroën DS3 de 2013,
resulta evidente que un vencedor del Montecarlo no podía faltar en la colección.
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