CITROËN C4 – RALLY ALEMANIA ’08 – 1º
Si ha habido un coche que en los últimos 20 años ha tenido una estética rompedora y espectacular, ese es sin duda el C4 lanzado en 2007. Dotado de una línea moderna y elegante, sus características técnicas le permitieron mantener la senda victoriosa iniciada por su padre, el Xsara. Esta es la historia del C4.
Citroën se había retirado del mundial de rallies a finales del 2005, conjuntamente con su casa madre (Peugeot), debido a las “difíciles condiciones del mercado”. Como telón de fondo, sin embargo, algunos encontronazos con la FIA, que con sus constantes vaivenes en la reglamentación, había agotado la paciencia de los directivos franceses.
La decisión pilló a contrapié al mundo del motor, ya que el grupo PSA dominaba los rallies desde el año 2000, y desde entonces, había ganado todos los títulos de marcas (Peugeot 2000 – 2002 y Citroën 2003 – 2005). El momentum que vivía Citroën, por lo tanto, no contribuía a explicar que, alcanzado el éxito, se rechazase la gloria.
No tardaría sin embargo Citroën en echar marcha atrás. Desde mediados de 2004, estaba enfrascada en el desarrollo de un nuevo e innovador vehículo para reemplazar al ya vetusto Xsara: el C4.
Citroën, inteligentemente, apostó por un vehículo compacto, por entonces el segmento de vehículo que garantizaba las victorias en el Mundial. La disposición técnica era la habitual: motor delantero transversal, con 4 cilindros en línea y más de 300 CV.
Lo verdaderamente innovador era su rompedora línea, muy moderna y atractiva en la versión de serie. La parte trasera del C4, incluía de hecho 2 versiones, una redondeada que daba un aspecto más clásico al vehículo, mientras la versión “cuadrada”, incluía un capó posterior cuya luneta trasera caía en picado, al estilo de un familiar, y que recordaba al Citroën Ami 6 de los ’60. Sería esta 2ª versión la que utilizaría Citroën para competir.
El vehículo de competición sería desarrollado por 2 pilotos franceses, Philippe Bugalski y la ya estrella consagrada Sébastien Loeb, quien rápidamente alabó las características del nuevo vehículo, al que definía como “sano y fácil de pilotar” y del que destacaba su suspensión.
Para destronar a Ford (que había ganado los títulos de marcas de 2006 y 2007), Citroën contó con los servicios de Loeb, y a su flanco puso al joven piloto español Dani Sordo, otro hombre de la casa, vencedor del Campeonato del Mundo Junior de 2005 a los mandos de un C2.
En competición, el C4 debutaría en 2007 con una brillante victoria de Loeb en Montecarlo, secundado por su compañero de equipo Dani Sordo. En su primera temporada, Citroën mantuvo una cerrada lucha con el nuevo Ford Focus RS que se terminaría decantando en favor de este último, pero desde el principio quedó claro el enorme potencial del coche y su carácter ganador. A partir de 2008 y hasta 2010, Citroën acumularía todos los títulos de pilotos y de marcas, incluso mejorando las estratosféricas estadísticas que había dejado el Xsara.
A los mandos de un Loeb intratable, el C4 lo ganó todo y superó los registros de su predecesor, el Xsara. Se llevó todas las ediciones que disputó del Montecarlo, lo mismo que las del Cataluña, Francia y Alemania. Ganó también en infinidad de rallies de tierra: Chipre, Grecia, Argentina, Portugal o Nueva Zelanda cayeron uno tras otro a las vitrinas de Loeb, que, si bien ya había construido su leyenda sobre el Xsara, con el C4 la agrandó. Ganó también en rallies exóticos como Irlanda, Noruega, Jordania o Turquía, y por ganar, Loeb venció por primera vez incluso en el 1000 Lagos finlandés donde, con Grönholm ya retirado, logró una de las victorias más memorables de su carrera deportiva.
Más todavía, porque el C4 se impuso incluso en el RAC y en el 1000 Lagos, citas que se le habían escapado al Xsara.
El C4 destacó, sobre todo, por ser un vehículo estable, muy equilibrado y que, como su predecesor, y pese a no tener puntos negros, fundamentó su éxito en el asfalto. Sobre esta superficie, el C4 siguió la dinámica de su predecesor, y de hecho, en los años en que el C4 fue el “arma de competición” de Citroën, Citroën no perdió un solo rally de asfalto del mundial. Citroën venció todos los rallies de asfalto del mundial desde el Montecarlo 2005 hasta Alemania 2013, ambos incluidos.
Y todavía más, el C4 dio a Francia un nuevo motivo de orgullo: coche francés (Citroën), piloto estrella francés (Loeb), equipo francés (Citroën WRT), neumáticos franceses (Michelin) y patrocinador francés (Total).
Si se puede poner alguna mota de polvo a la intachable trayectoria del coche y de Loeb (y más que a ellos al equipo) es al hecho de haber dado siempre órdenes de equipo, que por supuesto siempre favorecieron al jefe de filas: a Loeb.
Entre 2007 y 2010, Dani Sordo alcanzó 15 segundos puestos pero ninguna victoria, y en varios de esos segundos puestos le obligaron a ceder su liderato (cómodo en no pocas ocasiones) para dejar pasar a Loeb. Loeb era y es un superpiloto, como demostró siempre, y no necesitaba de órdenes de equipo para ser el mejor.
Loeb habría acumulado los mismos campeonatos del mundo sin esa ayuda extra que, sin embargo, sí lastró para siempre la carrera de un Dani Sordo quien, por su parte, en vez de haber buscado otro equipo con el que aspirar a la victoria, optó por un cierto conformismo al permanecer en Citroën. Al final, voluntaria o involuntariamente, Citroën condenó a Sordo al ostracismo: primero le quitaron varias victorias que tenía en el bolsillo, ya en 2010 le relegaron al equipo B (el Citroën Junior Team) y a finales de ese mismo año le rescindirían su contrato.
Volviendo a la parte positiva, Sébastien Loeb erigió su leyenda sobre el Xsara, pero la apuntaló sobre un Citroën C4 al que se adaptó a la perfección. Con 36 victorias sobre 56 rallies en los que participó de manera oficial, el C4 batió todos los récords existentes hasta ese momento y Loeb a título personal logró 34 de esas 36 victorias. Ningún otro piloto ha ganado más con un mismo coche. Y, hasta la llegado de Ogier, ningún otro piloto había ganado más.
Solo la llegada del Volkswagen Polo a los mandos de otra leyenda francesa (Ogier) le quitarían al C4 los cetros de victorias y efectividad. Pero esto ya es otra historia, y otra miniatura.
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PALMARÉS |
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Campeonato Mundo Marcas |
2008 – 2010 |
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Campeonato Mundo Pilotos |
2007 – 2010 |
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Copa FIA Pilotos |
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Rallies Campeonato Mundo |
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1er puesto |
36 |
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2º puesto |
22 (Loeb y Sordo) |
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3er puesto |
16 (Loeb y Sordo) |
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Total Podiums |
87 |
La miniatura
FICHA DE MINIATURA
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Modelo |
Citroën C4 WRC |
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Escala |
1/24 |
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Rally |
Alemania |
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Año |
2008 |
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Pilotos |
Loeb – Elena |
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Fabricante |
Altaya |
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Referencia |
WRC collection |
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Molde |
Excelente |
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Pegatinas |
Excelente |
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Interior |
Bueno |
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Acabado |
Excelente |
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Calidad general |
Excelente |
El Rally
A finales de la 1ª década de este siglo, la nueva generación de pilotos ya era una realidad. Ya no estaban Sáinz, McRae, Mäkkinen, Kankkunen ni Auriol, entre otros; y sí Loeb, Hirvonen, Sollberg y Latvala.
El Rally de Alemania de 2008 era la 10ª prueba de las 15 con que contaba aquel año.
Con el rally teutón se entraba en el tercio final de la temporada, y a él se llegaban con las espadas en todo lo alto y los títulos aún por decidir.
Por parte de las marcas, Ford buscaba su 3er campeonato consecutivo, mientras Citroën aspiraba a recuperar un cetro del que había dimitido 2 años antes. Subaru, por su parte, tras varios años funcionando a medio gas y con la excusa de la incipiente crisis económica, terminaría por retirarse del mundial a finales de la campaña. A Alemania se llegó con Ford y Citroën prácticamente empatados, con 108 y 105 puntos respectivamente.
Por parte de los pilotos, el certamen se presentaba tan abierto como con las marcas: Hirvonen llegaba líder por apenas 1 punto de ventaja sobre Loeb (67 a 66).
En suma, 6 rallies por delante de los que 3 eran de asfalto (Alemania, España y Francia, sin duda más favorables a Loeb, ya que había ganado todos ellos varias veces) y otros 3 de tierra (Nueva Zelanda, Japón y Reino Unido, en teoría más favorables a Hirvonen, por aquello de ser escandinavo). El rally alemán se presentaba como el punto de inflexión en la temporada, aquel que en principio podría desequilibrar la balanza en uno u otro lado, quizá definitivamente.
Para la prueba, Ford inscribió a sus pilotos oficiales, los finlandeses Mikko Hirvonen y Jari-Mati Latvala. Citroën hizo lo propio con Seb Loeb y Dani Sordo. En 3er lugar estaban los Subaru, que una vez más se presentaban como teóricos animadores principales, pero con escasas opciones reales: la última victoria databa del ya lejano 2005 y ni su principal piloto, Solberg, ni el nuevo coche, eran aspirantes al título.
Así, Loeb era claramente favorito a alzarse con la victoria, ya que desde que Alemania formaba parte del mundial tan solo había conocido un ganador: el propio Loeb.
Las expectativas se cumplieron y desde muy pronto quedó claro que, salvo accidente o problema mecánico, Loeb sería el vencedor. Seb se adjudicó de una tacada los 13 primeros tramos de que constaba la prueba. El ritmo de Seb fue sensiblemente superior durante toda la prueba, y su ritmo frenético durante 2/3 de rally le llevó a endosar la barbaridad de medio segundo por km a sus más inmediatos perseguidores, su compañero de equipo Dani Sordo y su máximo rival al título Mikko Hirvonen.
Clarificada la victoria, el interés de la prueba se centró en la lucha por la 2ª plaza (Sordo y Hirvonen) y la lucha por la 4ª (entre los 2 Subarus de Chris Atkinson y Peter Solberg y 2 Ford, el oficial de Latvala y el semioficial del piloto belga François Duval).
Como suele pasar en los rallies, todo se resolvió en el tramo más largo y más representativo del rally: el Arena Panzerplatte. Este tramo consiste en un recorrido de kilometraje variable (aquel año algo más de 30 km) en un campo de maniobras para tanques, propiedad del Ejército Alemán. La superficie, más que asfalto, es cemento pulido, con grandes rectas que culminan en bruscas curvas en codo.
En la 1ª pasada por el citado tramo, Loeb volvió a marcar el scratch y Dani afianzó su 2ª plaza virtual endosando 7 segundos a Hirvonen, con lo que elevó a 15 su ventaja, lo que por lo tanto le permitía respirar algo más de la lucha a la milésima que estaba teniendo con el finlandés hasta ese momento.
Y si la 1ª pasada esclareció las cosas, la 2ª fue definitiva. Sordo se anotó su único scratch del rally, secundado muy de cerca por Loeb, que entró en modo administrar ventaja. Mientras tanto, Hirvonen tuvo un pinchazo que le hizo perder más de medio minuto y toda opción no solo de victoria, sino de al menos ser 2º (llegaría 14º, colocándose 4º en la general por detrás de Duval).
El último día, con apenas 85 km cronometrados, ya no traería movimientos en la clasificación. Loeb conseguiría su 7ª victoria consecutiva en Alemania (no sería la última) y saldría de Alemania catapultado hacia su 5º título consecutivo; Sordo lograría su 14º podio en apenas 3 años (pero ninguna victoria); Duval el 13º (y penúltimo); Hirvonen perdió un liderato que ya no recuperaría; y finalmente, Solberg cerraría las posiciones de cabeza con el 1er Subaru, eso sí, muy alejado de la victoria.
La victoria de Loeb en Alemania, por lo tanto,
marcaría el punto de inflexión de la temporada. Loeb lograba la 2ª de lo que
serían 5 victorias consecutivas (y 7ª del año) que le llevarían a adjudicarse
el mundial con una comodidad casi insultante. 2008 sería un año de récords,
tanto para Citroën como para Loeb. Loeb terminaría con 11 victorias en 15
rallies, una cifra totalmente escandalosa, también para Citroën. Y por supuesto, revalidando su victoria en su rally fetiche de Alemania, rally en el que, desde 2002 (primer año en que fue valedero para el mundial), solo Loeb había ganado.
Citroën, una firma tremendamente profesional en competición, todavía tendría cuerda para muchos años con otros modelos. Pero esto ya es otra historia, y otras miniaturas.
CLASIFICACIÓN FINAL
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1 |
Loeb – Elena |
Citroën C4 WRC |
3:26’:19’’7 |
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2 |
Sordo – Martí |
Citroën C4 WRC |
a ’:49’’7 |
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3 |
Duval – Pivato |
Ford Focus RS WRC ‘07 |
a 1’:20’’0 |
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4 |
Hirvonen – Lehtinen |
Ford Focus RS WRC ‘08 |
a 1’:30’’1 |
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5 |
Sollberg – Mills |
Subaru Impreza WRC ‘08 |
a 2’:35’’3 |
Fuente: aquí. Sébastien Loeb en uno de los típicos cruces entre viñedos del rally de Alemania.
La anécdota
Recuerdo perfectamente el día de la presentación del C4 de competición, un día de finales de 2006. Vi el vehículo y me impresionó su línea, estéticamente muy bella, original y rompedora. Hasta cierto punto, me sorprendió que Citroën escogiera un vehículo tan rupturista para competir, pero sobre todo, que lo destinara al gran público a un precio muy competitivo (en su momento su precio estaba entre 15.000 y 20.000€).
No sé si fue una corazonada o un deseo, pero dije que Citroën iba a arrasar con el C4 y así fue.
Desde 2011 se compite con utilitarios en el Campeonato del Mundo, y siendo el C4 el último compacto que ha competido (y sin duda uno de los más espectaculares) guarda un lugar especial en el recuerdo. Desde luego, es mi coche de rallies favorito de los últimos 15 años, así que es uno de los que no pueden faltar en la colección. Esta versión a escala 1/24, ganadora del rally de Alemania de 2008, es la última adquirida (abril 2024) del modelo.
Aquí abajo, foto de 2 generaciones de Citroën; a la izquierda, el mítico Xsara Kit Car con el que Citroën inició su andadura “seria” en el mundial. A la derecha, el todopoderoso Citroën C4.
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