TEMPORADA 1998 A TRAVÉS DEL TOYOTA COROLLA WRC – RALLY DE ARGENTINA
La miniatura
FICHA DE MINIATURA
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Modelo |
Toyota Celica WRC |
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Escala |
1/43 |
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Rally |
Safari |
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Año |
1998 |
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Pilotos |
Sáinz – Moya |
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Fabricante |
Vitesse |
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Referencia |
606 |
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Molde |
Excelente |
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Pegatinas |
Excelente |
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Interior |
Excelente |
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Acabado |
Excelente |
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Calidad general |
Excelente |
La temporada 1998 fue probablemente la más disputada de la historia. Hasta 5 pilotos tenían opciones reales de título, y al menos 5 más estaban en condiciones de ganar carreras. 4 marcas compitieron por su respectivo certamen. Aquí comienza la historia del mundial 1998.
Caballos Mustang por Argentina.
Puedes ver aquí el programa especial de Canal + para el Rally de Argentina de 1998, 7ª prueba de la temporada ’98.
Aquí, el vínculo al capítulo anterior.
El Rally
Y llegó la tierra. Tras los rallies sur-europeos el calendario entró en su ecuador, en una nueva fase de rallies 100% de tierra y grava. El primero de todos ellos fue Argentina, que en 1998 se corrió entre el 19 y el 23 de mayo.
El Argentina siempre ha sido uno de los rallies más difíciles, más complejos y donde es más difícil encontrar un ritmo adecuado ya que se combinan especiales muy rápidas (al estilo del 1000 Lagos finlandés) con otras reviradas y tortuosas además de rotas (muy en línea con tramos chipriotas o griegos). Por si esto fuera poco, el rally es muy espectacular, pues acumula muchos vados de agua que los coches pasan a gran velocidad, así como varios tramos que pasan por unos estrechos e impresionantes puentes colgantes.
Aquel año no fue una excepción en cuanto a la variedad en el menú y, como más tarde se vería, en especiales rápidas como Amboy o Las Bajadas se rozaron los 120 km/h de media, mientras que en las más reviradas (como la archiconocida de El Cóndor o Giulio Cesare) apenas se sobrepasaron los 70 km/h.
¿Favoritos? El trío de siempre (McRae – Sáinz – Mäkkinen), pero a ellos se unían además otros muchos especialistas de tierra: el veterano Juha Kankkunen (tetracampeón del mundo) a lomos de su Ford era favorito claro a la victoria final, así como Burns, que se estaba consolidando entre los grandes. Y por supuesto tampoco podemos olvidarnos de Didier Auriol con el 2º Toyota.
McRae y Mäkkinen comenzaron el rally a un ritmo fortísimo y repartiéndose los scratch hasta el tramo 9, seguidos de cerca por Auriol y con Kankkunen y Sáinz más retrasados. Liatti y Burns dejaron de contar pronto por la lucha por la victoria, mientras que Thiry se tuvo que retirar por una rotura de motor.
En la 2ª etapa, McRae metió una marcha más a su ataque y se adjudicó 4 tramos de 5, hasta el tramo 15. En esta fase el rally viviría 2 golpes de teatro. El primero sería la retirada de Auriol en el tramo 12 por una rotura de motor cuando iba 3º a 6 segundos de McRae.
El segundo golpe de teatro se daría precisamente en ese tramo 15, Giulio Cesare. McRae, en plena efervescencia de su ataque, cometió un error que le costó arrancar una rueda y doblar un brazo de la suspensión. Algo que normalmente habría acarreado la retirada automática en cualquier otro piloto, la pareja británica (McRae – Grist), todo tesón, acabó el tramo, y en el enlace hasta llegar a la asistencia repararon de urgencia el brazo de suspensión con 2 grandes piedras que encontraron en un tramo de enlace (el vídeo de Canal + no tiene desperdicio en este punto). Para desgracia de McRae, y pese a que el equipo arregló perfectamente el coche en la asistencia, excedieron el tiempo habilitado a tal efecto, con lo que penalizaron 2:30 y con ello cayeron a la 5ª plaza, perdiendo así toda opción de victoria.
Esto dejó a Mäkkinen solo en cabeza, con una confortable ventaja de casi 1 minuto sobre Kankkunen, y éste con 10 segundos sobre Sáinz. Como en Córcega, el interés del rally se centró en la lucha por la 2ª plaza.
Los últimos 6 tramos dejaron una exhibición y una lucha espectacular.
La exhibición fue de McRae, que siguió ganando un tramo tras otro para terminar apuntándose 15 de los 23 con que constaba el rally, demostrando que aquel Argentina debería haber sido suyo.
Y la lucha fue entre Kankkunen y Sáinz, con el madrileño enjugando de 2 a 3 segundos por tramo (cada tramo unos 20km) los 10 de desventaja que tenía. La remontada de Sáinz culminó en el penúltimo tramo, Las Bajadas (el mismo en el que Vatanen tuvo su horrible accidente en 1985), cuando llegó a la meta con 2 segundos de ventaja sobre Kankkunen.
El Rally de Argentina, lo mismo que el Portugal, se terminó decidiendo en el último metro del último tramo: McRae ganaría ese tramo, con Kankkunen a apenas 8 décimas, y Sáinz 1’1 segundos detrás de Kankkunen, suficientes para adjudicarse la 2ª plaza por apenas 7 décimas.
Por lo tanto, victoria de Mäkkinen (3ª consecutiva en Argentina) con Sáinz y Kankkunen flanqueándole en el podio y Burns 4º. McRae fue el hombre del rally, pero pagó caro su único error y solo pudo ser 5º en la meta de Argentina.
Tras Argentina por lo tanto, Sáinz recuperó la cabeza de la clasificación, seguido de cerca por sus habituales rivales (McRae y Mäkkinen), y con Kankkunen y Auriol algo más alejados (pero ni mucho menos descartados).
CLASIFICACIÓN FINAL
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1 |
Mäkkinen – Männisenmaki |
Mitsubishi Lancer evo IV |
4:22’:07’’4 |
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2 |
Sáinz – Moya |
Toyota Corolla WRC |
a ’:26’’8 |
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3 |
Kankkunen – Repo |
Ford Escort WRC |
a ’:27’’5 |
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4 |
Burns – Reid |
Mitsubishi Carisma |
a ’:54’’9 |
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5 |
McRae – Grist |
Subaru Impreza WRC |
a 1’:17’’6 |
CLASIFICACIÓN CAMPEONATO TRAS EL RALLY DE ARGENTINA
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POS |
PILOTOS |
COCHE |
PUNTOS |
|
1 |
Sáinz – Moya |
Toyota Corolla WRC |
28 |
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2 |
McRae – Grist |
Subaru Impreza WRC |
26 |
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3 |
Mäkkinen – Männisenmaki |
Mitsubishi Lancer evo IV |
24 |
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4 |
Burns – Reid |
Mitsubishi Carisma |
21 |
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5 |
Kankkunen – Repo |
Ford Escort WRC |
20 |
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6 |
Auriol – Giraudet |
Toyota Corolla WRC |
15 |
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7 |
Loix – Smeets |
Toyota Corolla WRC |
10 |
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8 |
Liatti – Pons |
Subaru Impreza WRC |
9 |
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9 |
Delecour – Grataloup |
Peugeot 306 Maxi |
6 |
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10 |
Vatanen – Gallagher |
Ford Escort WRC |
6 |
Fuente de todos los fotogramas: Passats de Canto
(https://www.youtube.com/watch?app=desktop&v=9v_sMxGIqZM)
La anécdota
El Toyota Corolla es, sin duda, uno de los modelos históricos y más recordados del mundial. Sobre todo, por cómo acabó aquel 1998. Pero, sin avanzar acontecimientos, lo cierto es que aquel año, con mis 14 años y ya un buen uso de razón y de memoria, seguí con atención el Mundial de Rallies.
El Corolla fue uno de los modelos que, sin saberlo, llamaron primero a la puerta de mi entonces incipiente colección, pero irónicamente tuvieron un rechazo por mi parte. Hablo en concreto de una tienda de coches en miniaturas (de la que no recuerdo el nombre) que en aquel 1998 (y hasta algunos años después) estuvo abierta en Burgos en la calle Vitoria, en alguno de los soportales ubicados entre Hacienda y el final del paseo de Regino Sáinz de la Maza. Iba esporádicamente a visitarla y, en una de aquellas visitas (probablemente algún momento de 1999), constaté varios modelos del Toyota Corolla WRC que nos ocupa. Me sorprendió que todos tenían una decoración visiblemente distinta y le pregunté al tendero la razón de la misma. Respondió que “cambian en cada rally”. No insistí mucho. Me pareció un poco baldío que fuera así (lo comparé mentalmente a un F-1, donde la decoración solo cambia de año en año) y en cualquier caso mi escasísima economía del momento me impidió comprar ninguno.
El caso es que aquellos Corolla, de alguna manera, se quedaron clavados en mi memoria y en mi corazón. Como esas ideas que se quedan pululando en algún lugar recóndito del cerebro, aquellos Corolla permanecieron revoloteando en mi memoria, apareciendo periódicamente en mis recuerdos desde entonces.
Varios años después, cuando ya me había decidido efectivamente a coleccionar coches de Rally, volví a aquella tienda con la intención de comprar aquellos Corolla, pero desgraciadamente vi que la tienda había desaparecido y en su lugar había otro comercio.
La ocasión volvería a presentarse muchos años después, hacia 2012 – 2014 cuando, visitando por internet distintas tiendas online, encontré por casualidad una tienda de San Marino que vendía exactamente esos mismos Toyota. Y lo más importante: ¡tenían todos! No me lo pensé he hice un gran pedido con 9 de los 11 coches que aparecen en esta serie: todos menos el Montecarlo y el Safari (que ya tenía).
No solo eso sino que, tanto me gustaron que incluso en este 2024 he vuelto a comprar algunos repetidos, en una tienda austríaca.
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